Hoy concluimos nuestras reflexiones basadas en el salmo 23, con la bendición de saber, que  todo aquel que tiene a JEHOVA como pastor, se le ha prometido la mayor de todas las bendiciones: “Ungir su cabeza con aceite” (Salmo 23:5).

En la antigua Palestina el aceite se obtenía de las aceitunas. Se usaba en la preparación de los alimentos (1 Reyes 17:12); como combustible para las lámparas (Éxodo 25:6); como bálsamo para tratar llagas y heridas (Isaías 1:6); para ungir la cabeza del que DIOS escogía (1Samuel 16:13). El aceite de oliva era un símbolo de prosperidad.

Pero en la mención hecha del aceite en el salmo 23 por el pastor David, dicho uso en el caso de las ovejas respondía a tres propósitos: Repeler los insectos, prevenir los conflictos y curar las heridas.

Veamos brevemente como el aceite al ser aplicado en las ovejas cumplía dichos propósitos.

Repeler los insectos: Los insectos molestan a las personas, pero pueden matar a una oveja. Las moscas, mosquitos y otros insectos pueden ser una tortura para el rebaño. Por ejemplo, considérese las moscas en la nariz. Si logran depositar sus huevos en la membrana blanda de la nariz de la oveja, los huevos se convierten en larvas con forma de gusano que vuelven locas a las ovejas. Un pastor explica: «Para aliviar esta torturante molestia, la oveja deliberadamente golpea su cabeza contra los árboles, rocas, postes o arbustos y puede matarse en un esfuerzo frenético por hallar alivio».


Prevenir los conflictos:
La mayor parte del año las ovejas son animales tranquilos y pacíficos. Pero durante el celo, todo cambia. Los carneros se pavonean en el rebaño mostrando sus tenis de marca y sus celulares inteligentes con la intención de impresionar a las ovejas (chicas), y llega otro carnero en conquista con tenis más caros y celulares de tecnología más avanzada y… pun-tituá, se arma la riña y empieza la pelea, sacando cada uno sus cuernos para hacer daño al otro y mostrar quien es más merecedor del amor de la chica oveja, quien no discierne que ninguno de los dos conviene.

Estas peleas producen heridas y para evitar dichas las heridas, el pastor unge los carneros, les esparce una sustancia resbalosa, grasienta, por la nariz y la cabeza. Este lubricante hace que sus cabezas se deslicen y no se hagan daño al golpearse.


Curar las heridas:
La mayoría de las heridas que el pastor cura son consecuencias
de la vida en la pradera. Espinas que se encarnan, o heridas de rocas, o el tomar la decisión equivocada de parte de la oveja y haberse rascado en el tronco del árbol no apropiado.

 Por diferentes razones, sean estas voluntarias o accidentales las ovejas se hieren. Por eso, el pastor regularmente, a veces cada día, inspecciona las ovejas, en busca de cortes y magulladuras. No quiere que los cortes se agraven. No quiere que las heridas de hoy, se conviertan en una infección mañana incurable que le pueda producir la muerte a la oveja.

JEHOVA como nuestro pastor, tampoco quiere que nosotros como sus ovejas, las cuales hemos sido heridas por el pecado, se nos llene el corazón de amargura y desilusión. Si no tenemos cuidado, las heridas llevan a la amargura y nos infectan el corazón. Y como las ovejas, nosotros también necesitamos tratamiento. “Él nos hizo, y somos de EL; pueblo suyo somos, y ovejas de su prado” (Salmo 100:3).

Es posible que en tu transitar por esta vida difícil, te hayan herido profundamente y estés actualmente sangrando, por alguna enfermedad en ti o en un ser amado, por problemas económicos, conflictos laborales, familiares o personales, pude ser que estés afectado emocionalmente por la traición y el abandono de las personas cercanas en quienes tu confiabas.

Sin importar las causas de tus heridas, permíteme decirte que tu pastor JEHOVA, aún posee una reserva de su aceite curativo y restaurador, para sanar todas las heridas que el pecado por medio de estas situaciones te haya ocasionado. Hay provisión para ti en JESÚS como tu Pastor. Su palabra declara: Si Dios no nos negó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos también, junto con su Hijo, todas las cosas? (Romanos 8:32).

Los que eran escogidos por DIOS para un servicio especial, recibían de mano de los profetas y en algunos casos de los sacerdotes, la unción mediante la práctica, de derramar aceite sobre la cabeza del individuo señalado por DIOS.

Tú también como oveja de  JEHOVA fuiste escogido por DIOS en CRISTO JESUS, y hoy Él quiere derramar su aceite sobre ti, para que tengas la protección y el poder que necesitas para vivir una vida de confianza y seguridad en JESUS, para que encuentres en su bálsamo sanidad para todo tu ser.

El nuevo testamento utiliza el elemento del aceite con una simbología de DIOS ESPIRITU SANTO. La persona del ESPIRITU SANTO tomando posesión de las cabezas de las personas, la cual es la responsable de comandar las acciones del cuerpo y de la mente misma.

 El ESPIRITU SANTO derramado por el pastor JEHOVA, es la mayor bendición que pueda recibir un ser humano en esta tierra, pues esta bendición trae consigo todas las demás bendiciones.

  El derramamiento del aceite celestial, es decir el ESPIRITI SANTO, ha sido prometido en este tiempo del fin según Joel 2:28, para todo aquel que tiene a JEHOVA como su pastor.

Permítele a Jehová ser tu pastor

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