Los pecadores serán consumidos en la tierra y los impíos dejarán de existir. (Salmo 104:35). Este salmo presenta una sentencia para todo aquel que practica el pecado. De echo el pecado, es la mayor tragedia con la que tiene que vivir el hombre cada día, y la realidad es que muchas personas no están ni siquiera consciente de esto.
El pecado trabaja secretamente para alejarnos de DIOS quien es vida y paz. Pero el cielo hizo todas las provisiones por medio de JESUCRISTO para que tú y yo vivamos libres del poder del pecado. La Palabra establece que quien práctica el pecado es del diablo (1 Juan 3:8), pero que precisamente para eso fue enviado el Hijo de DIOS, para destruir todo poder del pecado en nosotros.
JESÚS murió y resucitó, levantándose así como el vencedor sobre el pecado y asegurándole a todos los que creen en EL, que en su victoria, ellos también vencerán. No temas al poder del pecado, JESÚS ya lo derrotó y te invita en éste día a que por su poder, venzas todo dominio que este tenga en tí; recuerda el secreto sigue siendo acercarte a JESÚS de manera confiada y dejarlo a El vencer por tí, entonces la sentencia será lo contrario a lo que el salmo establece, pues libre del poder del pecado, tú nunca serás consumido y siempre existirás en la presencia de JEHOVÁ.